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miércoles, 19 de octubre de 2011

Cómo un cardenal francés resume lo esencial de la fe

El cardenal francés Jean-Louis Tauran, presidente del consejo pontifical para el diálogo interreligioso, es un allegado de Bendito XVI. Ha sido, de 1990 a 2003, el « ministro de los Asuntos Exteriores » de Juan-Pablo II.

A Assise, el 27 de octubre próximo, tomará la palabra delante de los representantes de todas las religiones, sabiduría y tradiciones del mundo, invitadas por Bendito XVI a renovar su compromiso para la paz y contra la violencia.

Y es él el que, en el momento de un futuro cónclave, proclamará de la altura de la logia de Saint-Pierre, el famoso « Habemus Papa ».

Les invito reflexionar sobre algunos extractos de su homilía pronunciada el 16, de octubre, pasado en la iglesia Saint-Louis des Français con ocasión de la instalación de su nuevo rector, el Padre François Bousquet.

Se encontrará allí amplia materia a reflexión sobre lo esencial de la fe, y no sobre el accesorio.
= = = =

“¡El cristianismo verdaderamente no es razonable! Jesús nos pide que amemos”:

·         de manera universal: sin ningún límite;

·         de amar tomando como medida el amor que él mismo tiene para nosotros: «Como le he amado»;

·         de amar sin esperar ninguna ventaja en contrapartida: eso que me debe importar es primero la felicidad del otro.

Comprendemos entonces por qué no habrá nunca cristianismo de moda: el Evangelio será siempre una contestación de los valores del mundo. ¡Los cristianos deberán tener el valor de la diferencia! Además, Jesús nos ha prevenido: «Si fuerais del mundo, …, y por eso el mundo os odia, porque ya no sois del mundo.»(Jn 15,19).  »

Apoyándose en el ejemplo de Santo Louis, el cardenal Tauran prosigue:

« Tan más de ocho siglos nos separan de él, más allá de los condicionamientos de la historia (pienso en las cruzadas), podemos sacar sin embargo de su rica personalidad muchos aspectos susceptibles de inspirar gobernantes y ciudadanos:

·         Gobernar es servir. «El propio de la potencia es de proteger» escribirá más tarde Pascal;

·         Administrar, es asegurar condiciones que permiten a las personas su plena expansión;

·         Prever el futuro, es hacer de manera que los bienes materiales sean al servicio de la comunidad de las personas;

·         Asegurar la paz social es transformar el colectivo en comunitario;

·         Respetar la libertad, es nunca amputar la relación del hombre a Dios: una ciudad donde Dios no tiene su lugar engendra un mundo inhumano (acordamos nos de las dos ideologías que han destrozado el siglo XX).

Pero un comportamiento apropiado se impone igualmente a los ciudadanos que se declaran cristiano. Nuestra manera de vivir debería interpelar a los que viven con nosotros:

·         En lugar de condenar aquellos que piensan o que viven de manera diferente, confiemos en ellos, respetémoslos, comprendamos los, tendamos la mano como el Cristo con la Samaritana.

·         En lugar de sospechar, de desanimar, saber invitar los otros a engrandecer, a tomar una parte de responsabilidad, como el Cristo los brazos extendidos sobre la Cruz;

·         En lugar de responder al mal por el mal, perdonemos y luchemos contra todas las formas de exclusión, y romperemos entonces con el pesimismo ambiental;

·         Tengamos el valor de resistir a los arreglos fáciles, discerniendo siempre el bien y el mal.

Desde el Pentecostés, los que han transmitido la fe de generación en generación, han tenido este valor de la especificidad cristiana. Nos invitan a tomar el relevo para «perseguir la carrera, para coger todo eso.»

Muy evidentemente, cumpliremos esta tarea, todos juntos, en la Iglesia. Si nos reunimos cada domingo, es bien porque sabemos que con Jesús y todos juntos en la continuación de su camino, podemos volver ser nuevos seres por el camino de la oración, del perdón y de la Eucaristía y transformar la sociedad y el mundo del cual somos ciudadanos.

Es esta estupenda aventura la que esta propuesta a los cristianos.»

sábado, 9 de julio de 2011

Bye Bye Mossèn Jordi Sánchez Bosch



Nuestra parroquia y en particular nuestro grupo de la misa de 20h15, hemos perdidos esta semana dos grandes amigos, aliados y guías espirituales, Mn Pere Oliver el mallorquín como le llaman los feligreses que ha largado las amaras y ha vuelto en sus tierras de las islas Baleares y Mn. Jordi Sánchez Bosch que falleció durante el viaje de final de curso de la Escolania de la Sagrada Familia.

Con la certidumbre que volveremos a ver Mn Pere Oliver en esta vida terrenal, dedicaremos primero esta página a Mn Jordi Sánchez Bosch, el sacerdote Mallorquín esta bien vivo, entonces tendremos tiempo para dedicarle unas paginas.

Tal Molière que murió en escena realizando su trabajo de actor, Mn Jordi, haciendo su trabajo pastoral con la Escolania, murió en el oficio, valiente hasta su último día; jubilado y enfermo; este gran sacerdote como lo fui Melquisedec, no tenia ninguna obligación otra que su voluntad de servir Dios, guiar su pueblo y en particular los feligreses de la Sagrada Familia.

El ha afrontado sus problemas de salud con coraje y buen humor, muy implicado en el uso de las nuevas tecnologías como terreno de evangelización, Mn Jordi escribía en su pagina Facebook hace poco: “Sólo tengo setenta y siete años, pero no me puedo quejar. Me levanto cada mañana, tengo buen humor y posibilidad de trabajar en lo que me gusta”. El 5 de julio de 2011 no se levanto…

Nos recordaremos de sus homilías, más largas que de costumbre cuando había algunas lecturas de Santo Pablo, nos daba muchos detalles muy precisos sobre la Biblia y en particular sobre Santo Pablo, siempre salimos de las misas que el celebraba con nuevos conocimientos y mejor comprensión de los textos bíblicos.

Probablemente muy inspirado por el santo de su predilección, Mn Jordi fui un organizador incansable de viajes, en particular en tierra santa, me recuerdo de sus explicaciones, el año pasado, en el conjunto conventual de los jacobinos en Toulouse sobre las reliquias de Santo Tomas de Aquino situadas debajo del altar mayor.

Nos recordemos también de sus canciones, durante las comidas de Germanor y por su última comida de cumpleaños.


No olvidaremos estas excelentes y muy largas comidas, discípulo de Cristo antes de todo, Mn. Jordi estaba también un bueno discípulo de Epicuro, debatimos horas y horas sobre la Biblia, Santo Pablo, la realidad de la Iglesia del siglo XXI, esta Iglesia catalana tan querida y del proyecto de Anton Gaudi arrinconado, olvidado.

Un hombre muy erudito, un investigador culto y un sacerdote de mi parroquia siempre disponible, siempre acogedor, sembrando alegría con una gran fuerza de carácter en su excelente sentido de las relacionales humanas.

Hemos pasado mucho frío, expuestos a los vientos de invierno et a las goteras de aguas en la capilla provisional instalada en la transepto de la fachada pasión, durante la restauración de la cripta, hemos pasado también calor en los viajes con la escolania, hemos sufrido juntos indignaciones cuando la junta constructora descargaba numerosos grupos de turistas, vestidos de playa, en medio de las celebraciones. También recordaremos las tradiciones de la parroquia: las misas del gallo, las vigilias de pascua, los domingos de ramos, la vía crucis en la fachada de la pasión, a pesar de tus problemas de salud y de movilidad, siempre has sido presente en todos los momentos importantes de nuestra parroquia, muchas gracias para todo.

Muchos feligreses no han podido entrar y otros han vuelto cuando han visto la capilla llena a reventar, otros no han venido sabiendo que el espacio no podía recibir todos los feligreses de la parroquia que querían acompañar Mn Jordi en su ultimo viaje.

La Iglesia universal ha perdido un gran servidor de Dios, la Iglesia catalana ha perdido un icono inteligente y sabio digno representante de un catalanismo abierto, integrante y acogedor.

Descanse en Paz Mn. Jordi Sánchez Bosch, tus libros nos mantendrán en contacto con usted, y donde estas ahora, esperemos que puedas interceder para todos los feligreses que han tenido el honor y el placer de conocerte, para que sean santos como lo has enseñado en todos estos años de sacerdocio.

sábado, 2 de abril de 2011

La homilía que no podréis escuchar este domingo

IV domingo de Cuaresma. A
El ciego de nacimiento
Nos encontramos en el IV domingo de cuaresma, ya hemos superado el ecuador de la misma, el camino hacia Jerusalén, acompañando a Jesús sigue avanzando, cada vez con paso mas firme, seguro de que vamos por buen camino. El señor nos pide un alto en el camino, para reposar, para volver la vista atrás y coger fuerzas, hoy, en la eucaristía, con su palabra y su cuerpo rehace nuestras fuerzas y nos llena de su amor.
En la primera lectura del Libro de Samuel, escuchamos la elección del Rey David, el pequeño de ocho hermanos. Frases que me llaman la atención:
«Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón»
«En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor»
Samuel tiene un criterio, cree que…, el elegido es…., pero, no es el criterio del Señor. 
Un tanto por ciento de lo que vivimos nos entra por los ojos. ¿Que es lo que ven nuestros ojos? Por la mirada vemos lo que el Señor ha designado como la “apariencia”, lo externo de nosotros y de los demás. Pero a esta mirada, nosotros podemos ver algo más. La mirada esta inducida por lo que pensamos, por ejemplo, puedo ver a una persona de buen parecer, pero alguien me dijo que no fiara de ella. Cuando esto pasa mi mirada no es limpia, transparente; es como si viera tras un cristal de color a aquella persona. O es joven, o mayor, representa a una institución, es de un partido, tiene esa mentalidad, es una persona religiosa. Todos los adjetivos que ponemos a alguien son cristales que nos alejan de “poder ver” a aquella persona. La misma experiencia pero al revés, hay personas que las vemos como tales, como son. Sin “cliches”, quienes son? son las personas que amamos, claro en ellas, el único “cliche” que tenemos, es “verles” el corazón, incluso a la persona amada no necesitamos ponerle adjetivos. Maria, Juan, Francisco, Laura, no necesitamos saber si son altos o bajos, simplemente, al verles, nuestra mirada busca su mirada. Las miradas se penetran y se conectan nuestras personas.
Que ve el Señor? Vé nuestro corazón. La Biblia nos habla de la mirada de Dios, de la mirada de Jesús. Jesús quiere que nuestros ojos se crucen con los suyos. Cuando no queremos “ver” a una persona, bajamos la mirada, la evitamos. Algo hay en nosotros que no nos deja ser libres ante tal persona. Incluso con Dios, en nuestra oración bajamos los ojos. En otros momentos, ante un crucifijo, una imagen, ante el sagrario, nuestros ojos se fijaran en su mirada. Pues Dios no necesita filtro para vernos. Va directo al corazón.
Cuando nuestra mirada a los que nos rodean, a nuestro alrededor es una mirada purificada somos hijos de la luz y nuestros frutos como nos decía la segunda lectura son «la justicia, la bondad, la verdad».
¿Quien nos puede aportar esta luz?
En el evangelio vemos como la enfermedad, en tiempos de Jesús, se leía como un castigo por parte de Dios. Tu o tus padres han pecado, este es el fruto del castigo. Jesús no quiere entrar en esta espiral sin sentido, la enfermedad es consecuencia de nuestra humanidad, una humanidad, evidentemente aplastada por el pecado. Ante esta humanidad dañada, Jesús la restituye, la levanta, la limpia, la purifica, la recrea. Una humanidad tocada por este hombre-Dios, Cristo, evidentemente se transforma. Si el hecho de estar curado quiere decir que los pecados te son perdonados, pues ahí va, queda curado. Para Jesús la importancia no esta en la enfermedad, en la salud del cuerpo (que también) Jesús quiere nuestra salvación, que el pecado, que nada de nada, nos pueda apartar del amor de Jesús.
Que hace Jesús? No utiliza signos mágicos, no. Jesús utiliza su humanidad, saliva y tierra. Usa signos visibles, pero para hacer experimentar una realidad que no vemos. Los signos visibles harán unos efectos invisibles. Cuales? Que vea, no. Lo que no ven nuestros ojos es el “chute” de fe que Jesús le concede. Las miradas se han cruzado. La mirada del ciego ha tenido que purificarse, dejarse enamorar por Jesús. Así le “envía”, “siloé”. Enviado en misión, para que sea testimonio. De que? De la experiencia que ha tenido con Jesús. Pero esta luz que lleva dentro tropieza con las sombras, la noche. Ya lo dijo Jesús «se acerca la noche». En las tinieblas no se puede uno liberar, quien esta en la oscuridad, es como si hubiera bajado la mirada, no ve mas allá de los adjetivos calificativos. Solo ven lo que ven. No ven lo que no se ve. No son capaces de llegar al corazón del ciego, de ver su experiencia de fe. De reconocer en el una nueva creación. Sus padres simplemente dicen que es hijo suyo, pero desconocen que le ha pasado. Ya no es la fe de sus padres, es la suya, la que Jesús le ha inyectado. Pero el ciego no ha llegado, aún, a la madurez, solo le confiesa como profeta. El proceso no ha terminado, le falta mucho camino por andar, muchos otros “signos” por recibir.
Hoy en día quien apoya la decisión de un joven, de una pareja joven, la opción de creer? En según que ambientes debemos esconder nuestra fe, para que no nos la fusilen. No me digáis que hoy en día no es más fácil ir por la vida sin creer. Hay tantas cosas que nos apartan de la fe: “que no los ves…”, nos dicen! Pues no. Pero quien es el ciego?
Ciertamente para tener fe, hay que ver! Cruzar nuestra mirada con la de Jesús, así como su mirada va directa a nuestro corazón, la nuestra también debe fijarse en su corazón, ver, donde otros no ven. Esto debe provocar en nosotros un cambio, un cambio que otros no aceptaran, no sabrán ver. Un cambio de vida. Un cambio que exigían las primeras comunidades cristianas al dar el paso de la fe. La profesión de fe exige ese cambio. La renovación de las promesas bautismales que celebraremos en la próxima vigilia pascual, deben limpiarnos de aquello que no nos deja ver, y provocar en nosotros un cambio, no tanto por fuera como sí por dentro.

Que Dios les bendiga.
Pere.
PD: os sugiero rezar un momento con las palabras del prefacio, propio de este domingo.
Porque Cristo nuestro Señor se dignó hacerse hombre para conducir al género humano, peregrino en tinieblas, al esplendor de la fe; y a los que nacieron esclavos del pecado, los hizo renacer por el bautismo y los transformó en hijos adoptivos del Padre. 

martes, 29 de marzo de 2011

TERCER DOMINGO DE CUARESMA2011

TERCER DOMINGO DE CUARESMA. CICLO A
Para consultar las lecturas, podéis clicar en el siguiente enlace:
El evangelio es una versión reducida. Para la versión completa del evangelio: 
Homilía, preparada por Mn. Pere Oliver. (Son solo unos pensamientos).
En la primera lectura hemos escuchado un trozo del episodio de la estancia en el desierto, del pueblo de Israel, después de la huida de Egipto. El pueblo se encuentra con dificultades, a tenido la tentación de volver atrás. Su pensamiento ha sido que a veces es mejor seguir viviendo como esclavos, que tener que vivir en pleno desierto, donde hay que buscarse la vida, o mejor dicho vivir de la confianza con Dios. El pueblo murmura contra Moisés y contra Dios, tienen sed, y el agua que encuentran es amarga. Moisés habiendo invocado a Dios, este les concede el agua y les conduce hacia una región donde encontrarán 12 fuentes, una para cada tribu, pero el pueblo sigue murmurando contra Moisés y contra Dios. Habían visto con sus propios ojos las obras del Señor, pero no les bastan o por avaricia o por falta de lealtad a su Dios, no se sienten saciados. Cuando uno tiene, quiere más, y más… y más….
El pueblo de Israel tiene sed, pero la samaritana y Jesús también hablan de agua, de sed….
Jesús también tiene sed: «dame de beber». Me viene a la memoria, otro momento en que Jesús tiene sed ¿os acordáis? Si, si, dice «tengo sed». Pues eso, en la cruz vuelve a tener sed, no se si en otros pasajes vuelve con el tema de la sed. Pero también me acuerdo, que dijo: «si alguien tiene sed, que venga a mi, […]» ¿Pero como puede ser que el tenga sed?
Pues bien, creo que su sed, no es su sed, es nuestra sed. Quizás el nos saque el tema de la sed, para hacernos caer en la cuenta que realmente quien necesita saciare la sed soy yo….
¿Quien tiene sed, Jesús o la samaritana? Vayamos por partes:
Realmente cada día podemos experimentar como necesitamos del agua para que calme la sed. Y de esta experiencia humana, de nuestra realidad. Jesús, es capaz de sacar de nosotros un manantial, por decirlo de alguna manera. El pueblo de Israel en el desierto y la samaritana, todos los días, debían regresar a la fuente, al pozo, a por agua, un lugar.
Pero, fijaos, Jesús pide mas que agua. Jesús, pide a la samaritana que se desahogue. Cuanta necesidad hay hoy en día de que nos desahoguemos. Os tengo que confesar, que a finales de verano, con un viaje relámpago con un amigo, un buen amigo, de los que solo por gracia de Dios te encuentras en la vida, tuve necesidad de desahogarme, y no es fácil, el como Jesús me tuvo que salir al encuentro, me tuvo que ayudar, a sacarme una espina que desde hacia años me dolía, de hecho ya estaba tan acostumbrado a ella formaba parte de mi. Pero todo ayudo, la amistad, el lugar, el ambiente,…. No lo provocamos, nos lo encontramos, y claro, con Jesús entre nosotros fue para mí un momento de liberación, como otros que tienes en la vida y que dejan huella. El encuentro de Jesús con la samaritana dejo huella, la transformo…
¿Qué es lo que quiere Jesús de nosotros? Que nos vaciemos. Para dar culto a Dios. Culto? Si, para que nos llenemos de Dios, para que entendamos que nuestra vida vivida desde los esquemas de nuestro mundo no nos sacia. Solo desde Dios, solo en Dios, solo para Dios podemos entender la vida, pues el nos promete el agua viva, es decir, la vida eterna.
Jesús va al centro de la persona, a nuestro corazón. Cuanto tenemos que madurar, pues pensamos que dominamos a nuestro corazón, y no, la verdad es que no… quiere de ti, de mí, un corazón sincero, puro, transparente, enamorado (con mayúsculas). Quiere que nos vaciemos de nuestra vida, para que nos llenemos de Él, cuanto menos yo, más Él.
«Dame de beber, …» ¿quien pide a quien?
Deberíamos preguntarnos: ¿que o quien calma mi sed?
Deberíamos preguntarnos: ¿que o quien no calma mi sed?
Os invito a que volváis al pozo. Con el cántaro, tranquilos no os preocupéis de cómo lleváis el cántaro. Dejaros encontrar por Jesús. Dejad que Jesús os pregunte por vuestra vida, tranquilos la conoce, no necesitáis esconderle nada. Muy posiblemente os pregunte por aquello que más os duela, que es de lo que necesitáis liberaros.
Recordad que la samaritana descubrió un gran secreto, el corazón de Jesús no se parecía en nada con el corazón de los hombres que había amado anteriormente. Pues ese mismo corazón, el de Jesús, es para ti!
Como pensamos dar culto a Dios, ¿si Dios no habita en nosotros? El problema antes y ahora no es donde dar culto a Dios. Sino como dar culto a Dios. El culto no lo damos yendo a misa, si mi corazón esta en tropecientas cosas. Si mi corazón esta vacío y quiere llenarse de Dios, cuando vaya a misa, cuando celebre el sacramento de la reconciliación, estará a punto para ello, porque será un verdadero encuentro con Cristo. Pero si mi corazón sigue soñando. Si sigo esperando que Jesús me haga el milagro de que me toque la lotería, o yo que sé! entraré y saldré tal cual. Habremos pasado por el brocal del pozo y nos habremos dado cuenta de que Jesús estaba ahí para, solo para mi…
El alimento del Señor es hacer la voluntad del padre. Y la tuya?
De lejos, a la distancia, mirándonos a Jesús como un partido de fútbol, poco puede hacer él por nosotros. «Por eso dijeron a la mujer: –Ahora ya no creemos solo por lo que tú nos contaste, sino porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo.»
Dios les bendiga.

domingo, 20 de marzo de 2011

Mn. Jordi Moya Ródenas

Mn. Jordi Moya Ródenas
Presbítero del Arzobispado de Barcelona, ​​vicario de la Parroquia "Mare de Déu del Roser" de Barcelona, ​​a la edad de 32 años, ha fallecido el día 19 de marzo de 2011, en la paz de Cristo. El Sr. Cardenal Arzobispo, el Obispo Auxiliar, los demás obispos, todo el presbiterio y los diáconos lo hacen saber a los fieles de la Iglesia para que le encomienden a la misericordia del Señor. Las exequias tendrán lugar el lunes, 21 de marzo de 2011, a las 11 h. de la mañana, en la Parroquia Santa María de Mataró (Sant Francesc d'Assís 25).